Cooro... un lindo cuervito...

por Invitado Miér Dic 15, 2010 3:14 am

Nombre completo: Cooro… solamente Cooro; nunca pensó que un apellido fuera importante… y nadie le dio uno

Edad: 15 años, aunque puede que parezca un poquito menor…

Raza: Natura; adorable y curioso cuervo…

Preferencia: Uke; fértil…

Rango: ¿Ladrón es válido? Sobrevive de lo que puede…

Poderes: El pequeño evoluciono directamente de un pequeño cuervo; a primera vista su físico parece no decir nada respecto a su verdadera naturaleza, pues esas largas alas (cada una extendida más larga que su propia altura) de negras plumas las puede hacer aparecer o desaparecer a gusto; eso sí, esas acciones representan una tortura para el castaño, por lo que generalmente en su delicada figurilla se le pueden notar recogidas tras de sí estas.Aun no se ha dado cuenta, pero es capaz de controlar el aire y crear violentas ráfagas con sus alas al punto de cortar la misma piedra del filo de estas, así como crear fuertes corrientes sin necesidad de estas y la sola ayuda de sus manos… peligroso o no… el fuego es también uno de sus elementos, así que cuidado, no vaya a descubrir ese poder quemándoles sin querer…
Tiene una excelente vista, muy acertada para la oscuridad eterna de la cúpula y en la que se mimetiza bien dado el color de sus alas, con las cuales puede alcanzar una velocidad extraordinaria (es igualmente ágil en el mismo aire), y a pesar de parecer distraído, es curioso, por lo que siempre presta atención; su memoria fotográfica le ayuda en mucho. Pese a que no sana con tanta velocidad como un vampiro, su resistencia y rapidez de curación es mucho más alta que la de un humano común (o bien, un animal corriente).

Descripción Física: Muy joven, ¿quién no querría a un niño tan adorable? Sobre todo si pese a que su complexión terriblemente delgada, fina como pocas, lleva en si unas curvas perfectamente escondidas bajo sus ropas. Mide aproximadamente 1, 65… o un poco menos… pero el pequeño no se queja en lo absoluto de estatura; mientras más chiquito, más fácil resulta esconderse, y mientras más fácil sea, mejor ladrón se es… su piel es de un impecable tono cremoso, no pálido si no simplemente claro, tersa y tan suave al tacto casi como si fuese una de las plumas que posee… su carita ovalada es delineada por algunos mechones castaños un poco más largos que el resto; ligeramente lacios, pero tan alborotados que jamás han sido vencidos por peine alguno (xDD); por lo general están un poco aplacados gracias a unos lentes de aviador que tomo por ahí, dorados, y dos plumas de colores rojo, azul, y dorado. Sus ojos son grandes, como si desearan expresar a todo lo que da esa dulce e infantil inocencia suya, de un color almendrado, aunque con la luz en ocasiones pueden parecer grana; su pupila se afila a lo largo, extrañamente, como las de un felino cuando hay total oscuridad… a la mas mínima luz recuperan su redondez usual… sus labios, delicados y carnosos, siempre se hayan un poco coloreados gracias a su glotonería a con su fruta predilecta, la manzana (claro que jamás se negara a fresas o cerezas~ ñam~!). Siempre está en constante movimiento, por lo que sus brazos y piernas son fuertes aunque delgados, bien modeladas y apetecibles por tanto ejercicio…
Como último… su hombro izquierdo luce un peculiar tatuaje que parece ser parte de su misma piel desde que su cuerpo muto a prácticamente uno humano… como si de una estrella fugaz se tratara, se forma prácticamente un circulo cuya estela va adelgazando, con 5 delgadísimos óvalos encima, según el presentando plumas…

Spoiler:

Comportamiento: Como la mayoría de los niños, siempre mantiene una bella e hiperactiva sonrisa en su carita; cualquiera diría que siendo un cuervo, ese cuerpo escondería a un ser de malicia e indiferencia por los demás. Bastante equivocado. Cooro se caracteriza por su corazón de enorme bondad; aun cuando se esté muriendo de hambre, sería capaz de darle sus alimentos a otro que estuviera en peor situación o por lo menos, compartirles. Ofrece una cálida sonrisa a todo aquel que la necesite, la merezca o no; se preocupa por todos, humanos, Imitation, vampiros, natura (especialmente estos, por supuesto). Dulce, tierno, ingenuo, cálido, confiado, muy cariñoso, algo empalagoso a veces, tímido, pero eternamente alegre y positivo; si te ve triste, hará mil piruetas con tal de arrancarte aunque sea una risa. A su manera, solo busca el bien para los demás. Se encariña y sonroja con demasiada facilidad, confía muy rápido en las personas sin importar lo que estos hicieran antes, es muy raro verle enojado, pero jamás huira si hay alguien que quiera en peligro aunque él pueda salir más lastimado… por lo general es un chico juguetón al que le encantan los mimos por más que trate de negarle, avergonzado; en un principio, pareció temerle a los demás, y a quien se le acerque… pero en el fondo solo quiere algo de protección, alguien en quien confiar…

Le gusta: ¡¡Las manzanas~!! (C: ^w^ / U: xDu) Adora todos los frutos rojizos que pueda encontrar (excepto la granada), y aunque desentone, también le gustan muchísimo las moras azules. No es remilgoso para la comida, pero adora el azúcar (aunque pequeñas proporciones de esta le hacen cometer locuras en ocasiones); como cuervito que es, le atraen las cosas brillantes, aunque con tal de que eso signifique un nuevo juego, puede contener sus ansias con una sonrisita traviesa en labios. La tranquilidad del bosque; toda música, no importa si es estruendosa o relajada, ama escuchar a escondidas a los que tocan instrumentos, disfrutando hasta dormirse en paz… el agua, el frio es de su gusto~, los días ventosos… y sueña, aunque con libertad, el poder vivir con cierta comodidad, o aunque sea poder aprender… su voz es aguda, pero suave y armoniosa; si lo sorprendes, puede que le encuentres cantando…

No le gusta: Las mentiras y las personas que se la viven mintiendo, engañando a otros para su propio beneficio; detesta las arañas y si ve un ciempiés estará más rápido en el aire que lo que se tarda en suspirar de miedo. El calor excesivo; que se le queden viendo por demasiado tiempo, ya que eso le pone de nervios, le hace sonrojar, tartamudear… los que no saben apreciar los esfuerzos de los demás… los seres crueles, que se divierten con el dolor ajeno… el silencio absoluto; por más que le guste a veces, estar así de solo le hace sentir que lo apresaran de un momento a otro y se vera de regreso a ese laboratorio….

Historia: A-Ah… h-hola… bueno… y-ya saben que mi nombre es Cooro y que soy un Natura… no tengo muchos recuerdos de cuando aún no tenía este cuerpo y no era más que un pequeño cuervito… nunca tuve hermanos y mi madre desapareció poco después de que aprendí a volar; no tendré demasiadas imágenes, pero si recuerdo una cierta tristeza… y desesperación… unas criaturas extrañas de pelaje áspero y blanco (ahora sé que no era más que ropa, batas más precisamente) le habían atrapado en una pequeñísima jaula, de la que intentaba salir con fuertes gritos, pero jamás hicieron caso… dolor… soledad… ¿y agua en mi cabeza? ¿Desde cuándo me salía agua de los ojos?... para cuando me di cuenta me hallaba en un especie de tanque, conmigo sumergido del todo en un extraño liquido rojizo… moví la cabeza frenéticamente, tratando de quitarme lo que había sobre mi… ¡¿y-y mi pico!? Trate de tranquilizarme en mitad de un gemido de horror, verme; ahora era como esos tipos, solo que más… pequeño… aunque aún así gigantesco a como era antes! Me fije como pude en el reflejo que el grueso cristal me ofrecía, tocándome con curiosidad, respirando con cierta dificultad aun con esa cosa cubriendo donde mi nueva boca… dure unos días… cerraba los ojos cada vez que veía a uno de esos seres… y un día me sacaron; ¿cómo era posible que les entendiera? Acostado en una gélida mesa, temblando de frio y aun mojado, intente decir algo, pedir ayuda; sus manos me recorrían, como satisfechos… n-no… que me dejaran… grite… un nuevo dolor casi me parte la espalda… pero al fin una extraña felicidad volvió a mí al ver mis alas, enormes ahora, vigorosas… ellos trataron de retenerme, meterme de nuevo a esa jaula liquida, amenazándome con puntiagudas agujas que me harían dormir… termine algo herido, pero entre patadas y manotazos me los quite de encima y atravesé a toda velocidad una alta ventana; fugitivo…

¡Qué mundo tan raro! A lo lejos veía mi bosque, ahora oscurecido… pero, mientras trataba de darme el calor que el aire me arrebataba entre fuertes batires de mis alas, me di cuenta de que… había una jaula mucho más grande encima de mi… ¿qué había ocurrido?... ¿cuánto tiempo había estado preso?...

Anexo: Es terriblemente sensible en las orejas y cuello… y no es muy pudoroso… ¿qué tiene de malo que vean el cuerpo de uno? ¡Cuando era un pajarito no usaba nada!
Un detalle curioso es que al momento de exponer sus alas; la mayor parte de sus brazos se cubre de finísimas plumas oscuras para mejorar su control en el aire y que las cargas extras no le desequilibren tanto.
Ya que, aterrado, se escapó directo al bosque, no sabe más que lo que sus instintos le dicen… por ende, no tiene educación… sabe hablar y entiende cuando le hablan a él, pero suele estar más bien callado; le avergüenza no saber sobre ese mundo tan raro, ni leer, o cosas más sencillas… con saber diferencias el bien del mal es más que suficiente… y de todas formas… ¿quién le enseñaría?... le tiene pánico a las jaulas.
No tiene otras ropas más que las que usa; sus plumas (una niña se las regalo), sus lentes de aviador (robados), sus botas doradas (robadas), sus pantalones cortos azules de mezclilla (robados), su camisa desmangada roja (robada...), su cinturón café con el cual sostiene una peculiar prenda desmangada de su cuello y cintura amarilla (robados…), su pequeño bolsito (obviamente, robado)… siempre lo usa todo a la vez… si los deja por ahí… ¿y si le roban algo? (xDDDDDDDD).
Papitas rojas

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